Hay diversas maneras de conectar dispositivos electrónicos entre si; cables, infrarrojos, etc. La tecnología Bluetooth es una de ellas e inalámbrica que permite la transmisión de voz y/o datos entre diferentes dispositivos por radiofrecuencia.


Es una tecnología de ondas de radio a corto alcance (2.4 GHz) cuyo objetivo es la comunicación entre dispositivos como ordenadores, smartphones, tablets, impresoras, auriculares y otros dispositivos de mano.


Se denomina Bluetooth al protocolo de comunicaciones diseñado especialmente para dispositivos de bajo consumo. Estos dispositivos se pueden clasificar según su potencia de transmisión:


- Clase 1: 100 mW, alcance máximo aproximado 100 metros.

- Clase 2: 2.5 mW, alcance máximo aproximado entre 5 y 10 metros.

- Clase 3: 1 mW, alcance máximo aproximado 1 metro.



También podemos clasificar esta tecnología según su estándar. Todas estas versiones tiene retro compatibilidad, es decir, permite que el último estándar sea compatible con todas las versiones anteriores.



- Versión 1.2: 1 Mbit/s

- Versión 2.0 + EDR: 3 Mbit/s

- Versión 3.0 + HS: 24 Mbit/s

- Versión 4.0: 24 Mbit/s

Z-Wave está diseñado para el hogar, creando un protocolo wireless de comunicación. La idea del protocolo z-wave es forzar dispositivos mediante un control remoto con wireless.

Los tipos de dispositivos más comunes son la iluminación , el control de acceso.

Especificaciones

- Ancho de banda de 9600 bit /s , 40 kbit / s ó 100 Kbit /s
- Modulación por GFSK
- Banda de frecuencia de 900 Mhz.

En conector o cable IEC con una base (normalmente de plástico) y unas clavijas para conectarse a la toma de corriente (enchufe), si juntamos estas dos cosas conseguiríamos el nombrado SCHUKO que es el global de conector.

El schuko no determina el tipo de conector. Iría determinado por la especificación de la International Electrotechnical Commision (IEC).

Os dejamos una pequeña muestra de Schukos a nivel internacional.

Un hercio representa un ciclo por cada segundo, entendiendo ciclo como la repetición de un suceso. Por ejemplo, el hercio se aplica en física a la medición de la cantidad de veces por un segundo que se repite una onda (ya sea sonora o electromagnética) o puede aplicarse también, entre otros usos, a las olas de mar que llegan a la playa por segundo o a las vibraciones de un sólido. La magnitud que mide el hercio se denomina frecuencia y es, en este sentido, la inversa del período.

Un hercio es la frecuencia de una oscilación que sufre una partícula en un período de un segundo.